La semifinal contra Italia dejó a la vista una de las curiosidades de esta Copa Confederaciones, la posición de Javi Martínez durante la prórroga ante la azurra dejó sorprendidos a todos. Y volvió a demostrar que Vicente Del Bosque ve el fútbol de una manera diferente, más allá de posiciones preestablecidas.
Corría el minuto 95 cuando Fermando Torres dejó el campo para que Javi Martínez saltase al terreno de juego. La idea que todo el mundo tenía en ese momento era la de formar un doble pivote para reforzar la medular junto a Sergio Busquets. La sorpresa fue mayúscula cuando el jugador del Bayern de Munich se situó en la punta de lanza del conjunto nacional, la idea, fijar a los centrales y jugar el balón de espaldas a la portería, para crear ocasiones en la segunda línea de juego de los españoles.
Uno de los jugadores de Italia, Chiellini, no pudo evitar comentar durante el trasncurso del partido al jugador navarro su actual posición sobre el campo. “¿Tú eres centrocampista, defensa y ahora delantero? “ Javi sonrió. Más tarde reconoció que como jugador profesional nunca había jugado como delantero centro, pero que había disfrutado con su nueva posición sobre el campo. Recordemos que el ex jugador delAthletic de Bilbao sólo había jugado de mediapunta y/o de extremo de forma ocasional, su posición natural es la de centrocampista de contención.
Muchos de los aficionados que presenciaron el partido, rememoraron entonces la figura de un ex de la selección:Fernando Llorente. La aparición de JM como punta de lanza hace suponer que Del Bosque buscaba un jugador alto y corpulento que jugase el balón de espaldas a los centrales y que además crease peligro, en definitiva buscaba al nuevo Llorente, que de no ser por la pataleta de Urrutia y de Marcelo Bielsa a buen seguro habría estado en la lista del marqués.
La cuestión es que el jugador de Ayegui no desentonó en esa posición, ciertamente el jugador navarro recordó a aquella actuación que tuvo Fernando Llorente en el Mundial de 2010. El desgaste de los italianos era brutal y la frescura del joven Kaiser inquietaron a la defensa italiana, ante la pasividad y perplejidad de Prandelli y sus chicos.
PUNTO ESTADIO 